DÍA 23 – El Corazón que se entrega en la Eucaristía
Palabra de Dios
“Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros.”
(Lucas 22,19)
Reflexión del día
El Corazón de Jesús no se guarda nada para sí: se entrega sin reservas en la Eucaristía, donde su amor se hace presencia real, alimento y ofrenda. En cada Santa Misa, ese mismo Corazón late por nosotros, dispuesto a fortalecer, consolar y renovar nuestras vidas.
La familia cristiana encuentra en la Eucaristía la fuente de su unidad, la fuerza para su misión, el modelo de su entrega. Así como Cristo se dona por amor, también en la familia aprendemos a entregarnos unos a otros, con generosidad y sin egoísmo.
Como recuerda Haurietis Aquas, “en la Eucaristía está el corazón que late por amor a los hombres” (n. 55). Al participar juntos del Banquete Eucarístico, los corazones se configuran con el de Cristo, y el hogar se transforma en una pequeña iglesia doméstica.
Oración del día
Jesús Eucaristía, que tu Corazón nos enseñe a vivir la entrega con generosidad. Que sepamos darnos sin medida, como tú lo haces en cada misa. Fortalece a nuestras familias con tu presencia viva y transforma nuestros corazones en ofrendas de amor. Amén.
Frase para meditar
“En la Eucaristía está el corazón que late por
amor a los hombres.”
– Haurietis Aquas, n. 55
Profundiza tu fe
Compromiso familiar del día
Hoy, participen juntos como familia en la Santa Misa o en un momento de adoración al Santísimo Sacramento. Si no pueden hacerlo presencialmente, dediquen unos minutos de oración ante una imagen de Jesús Eucaristía, agradeciendo el don inmenso de su presencia.
Intención del día
Oremos por las familias que reciben fortaleza
en la Eucaristía:
Que al nutrirse del Cuerpo de Cristo encuentren consuelo en las pruebas,
alegría en el servicio y unidad en el amor. Que la misa dominical sea siempre
el centro y culmen de su vida familiar.
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