DÍA 20 – Mirar al Corazón de Jesús y renovar la esperanza
Palabra de Dios
“Miradlo, y quedaréis radiantes.”
(Salmo 33,6)
Reflexión del día
En tiempos de cansancio, tristeza o confusión, levantar la mirada a Jesús transforma la vida. Quien contempla su Sagrado Corazón encuentra luz, paz, consuelo y fuerza para seguir caminando. No hay tristeza que resista la mirada amorosa de Cristo.
Contemplar no es simplemente
ver, es detenerse, acoger, dejarse amar. En la oración contemplativa, nuestros
corazones se alinean con el de Jesús. El sufrimiento encuentra sentido, la
soledad se disipa, el gozo renace.
Como afirma Haurietis Aquas, “de la contemplación del Corazón de
Cristo nace una nueva cultura del amor” (n. 122), capaz de renovar nuestras
familias, nuestra Iglesia y la sociedad entera.
Hoy somos invitados a detenernos y mirar a Jesús. Y en esa mirada, permitir que nuestro hogar sea inundado de su alegría. Porque en Él, hasta el alma más herida puede volver a brillar.
Oración del día
Jesús, que nuestra mirada esté siempre puesta en ti. Cuando todo parezca oscuro, sé tú nuestra luz. Cuando reine la tristeza, sé tú nuestro gozo. Que al contemplar tu Corazón aprendamos a vivir en esperanza, en paz y en amor. Amén.
Frase para meditar
“De la contemplación del
Corazón de Cristo nace una nueva cultura del amor.”
– Haurietis Aquas, n. 122
Profundiza tu fe
Compromiso familiar del día
Hoy, reserven un momento en silencio para orar juntos en familia. Pueden encender una vela, colocar una imagen del Sagrado Corazón y simplemente contemplar, en silencio o con una breve lectura del Evangelio. La oración contemplativa fortalece los vínculos y renueva la paz.
Intención del día
Oremos por las familias que
viven en tristeza o desánimo:
Que la luz del Corazón de Jesús ilumine sus corazones y hogares. Que encuentren
consuelo en la fe, compañía en la comunidad, y alegría en la presencia de
Cristo que nunca abandona.
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