DÍA 18 – Que Cristo habite en nuestros corazones
Palabra de Dios
“Cristo habite
por la fe en vuestros corazones.”
(Efesios 3,17)
Reflexión del día
Cuando Jesús ocupa el centro del
corazón humano, todo comienza a transformarse. Lo mismo sucede con la familia: cuando
Cristo es el centro del hogar, hay más comprensión, más perdón, más alegría, más
vida.
Él no se impone; desea ser acogido con libertad y fe. Y cuando lo dejamos
entrar, habita en medio de nosotros como huésped divino y compañero fiel.
El Sagrado Corazón de Jesús es el lugar donde florece la fe, aun en medio de las dificultades. Por eso, hoy renovamos nuestra decisión de invitar a Cristo a reinar en nuestros hogares, de acoger su Palabra, de vivir en comunión con Él en lo cotidiano.
San Juan Pablo II nos recordaba con ternura: “Jesús es el corazón de cada hogar cristiano.” Que lo sea también en el tuyo, no solo en las imágenes o palabras, sino en las decisiones, en el diálogo, en el modo de amarse.
Oración del día
Señor Jesús, habita en el centro de nuestro hogar. Que cada rincón de nuestra casa esté lleno de tu presencia. Que tu amor inspire nuestras palabras, nuestras acciones y nuestras decisiones. Tú eres nuestra paz y nuestra esperanza. Quédate con nosotros, Señor. Amén.
Frase para meditar
“Jesús es el
corazón de cada hogar cristiano.”
– San Juan Pablo II
Profundiza tu fe
Compromiso familiar del día
Hoy, al compartir los alimentos, bendigan juntos la mesa con una oración espontánea. Pidan a Jesús que bendiga a quienes están y también a quienes están lejos. Que esta sencilla oración sea una forma concreta de invitarlo a habitar en el corazón del hogar.
Intención del día
Oremos
por las familias que han perdido la fe o viven alejadas de la Iglesia:
Para que, tocadas por el amor de Dios y el testimonio de otros hogares
cristianos, vuelvan a encontrar el camino hacia Cristo. Que el Sagrado Corazón
de Jesús las atraiga con su misericordia y les devuelva la esperanza.
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