DÍA 17 – Mirar con compasión desde el Corazón de Cristo
Palabra de Dios
“Al ver a las multitudes, tuvo compasión.”
(Mateo 9,36)
Reflexión del día
Jesús no pasó de largo ante el sufrimiento
humano. Cada vez que miraba a las personas, su Corazón se conmovía, se detenía,
se acercaba, sanaba. Su compasión no era solo un sentimiento, sino una decisión
concreta de amar, de consolar y de actuar.
Hoy contemplamos ese Corazón divino que no se endurece ante el dolor,
sino que se vuelve más sensible, más cercano, más humano.
Amoris Laetitia nos recuerda que “en la familia se aprende a mirar con el corazón” (n. 274). Ese es el espacio privilegiado donde se cultiva la compasión verdadera: con el enfermo, con el anciano, con quien atraviesa una pena silenciosa. Una mirada compasiva puede cambiar el día de alguien; un gesto de ternura puede curar más que muchas palabras.
El Corazón de Jesús nos invita a vivir la compasión como estilo de vida familiar, como una forma concreta de hacer presente el Reino en lo cotidiano.
Oración del día
Señor Jesús, tú que miraste con compasión a las multitudes, enséñanos a ver con tu Corazón. Que no pasemos de largo ante quienes sufren cerca de nosotros. Danos tu ternura para consolar, tu paciencia para acompañar y tu amor para sanar. Amén.
Frase para meditar
“En la familia se aprende a mirar con el
corazón.”
– Amoris Laetitia, n. 274
Profundiza tu fe
Compromiso familiar del día
Hoy, en familia, identifiquen a un enfermo o anciano conocido y hagan una llamada, una videollamada o una visita si es posible. Un gesto de cercanía y compasión puede ser luz en su día y bálsamo para su alma.
Intención del día
Oremos por los cuidadores de enfermos en el hogar:
Por quienes con amor y entrega cuidan de padres, abuelos, hijos o hermanos
enfermos. Que el Corazón compasivo de Jesús los fortalezca, los consuele y les
conceda alegría y paz en su servicio silencioso y generoso.
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