DÍA 16 – El Corazón que consuela en la debilidad
Palabra de Dios
“Mi
carne y mi corazón se consumen, pero Dios es mi herencia para siempre.”
(Salmo 73,26)
Reflexión del día
Hay momentos en los que las fuerzas físicas y emocionales parecen agotarse. La enfermedad, la vejez, las preocupaciones o los duelos pueden hacernos sentir frágiles. Sin embargo, en esa fragilidad, Dios no se ausenta. El Corazón de Jesús es fuente de consuelo, fuerza y esperanza, especialmente cuando todo lo demás parece desvanecerse.
El
amor de Cristo no es un ideal inalcanzable, es una presencia viva que sostiene
en la debilidad, que consuela en la aflicción, que promete una herencia eterna.
Como recuerda Haurietis Aquas, “el Corazón de Jesús es la fuente de
toda consolación” (n. 129).
Ese consuelo se vuelve palpable en la vida familiar cuando aprendemos a cuidar
a los más vulnerables, especialmente a nuestros abuelos, verdaderos pilares de
sabiduría, fe y ternura.
Oración del día
Jesús, cuando nuestro corazón se sienta débil y nuestra carne cansada, sé tú nuestra fuerza. Que tu amor nos consuele en las pruebas y que tu Corazón sea siempre nuestra herencia. Cuida con ternura a nuestros abuelos, fuente viva de amor y experiencia. Amén.
Frase para meditar
“El
Corazón de Jesús es la fuente de toda consolación.”
– Haurietis Aquas, n. 129
Profundiza tu fe
Compromiso familiar del día
Hoy, hagan una visita al Santísimo Sacramento en familia. Si no es posible ir al templo, hagan un momento de adoración en casa, frente a una cruz o imagen del Sagrado Corazón, en silencio y con una oración sencilla. Oren especialmente por los abuelos de su familia y comunidad.
Intención del día
Oremos
por los abuelos, sostén de amor y sabiduría en las familias:
Para que se sientan valorados, acompañados y amados. Que su fe siga siendo luz
en el hogar y que su testimonio inspire a las nuevas generaciones a permanecer
firmes en el amor de Dios.
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