DÍA 12 – Amar hasta el extremo, como Cristo
Palabra de Dios
“Los amó hasta el extremo.”
(Juan 13,1)
Reflexión del día
Jesús no amó de manera parcial, ni condicional. Su amor es total, radical, sin límites ni cálculos. El evangelista Juan nos recuerda que en la víspera de su Pasión, “los amó hasta el extremo”, es decir, hasta dar la vida. Ese amor extremo brota del Sagrado Corazón y nos revela el modo de amar de Dios: gratuito, generoso, fecundo.
Ese mismo amor es el que estamos llamados a vivir en nuestras familias y comunidades. Amar no solo cuando es fácil, sino cuando cuesta. Amar incluso a los que no nos agradecen, a quienes no pueden devolvernos nada. Este es el amor que construye el Reino, que transforma los hogares, que renueva la humanidad.
Como enseña Amoris Laetitia, “el amor verdadero es siempre fecundo y creador de vida” (n. 80). Por eso, las familias que acogen, que dan, que se entregan, son testigos vivos del amor del Corazón de Jesús en medio del mundo.
Oración del día
Señor Jesús, que amaste hasta el extremo, enséñanos a amar con tu mismo amor: sin condiciones, sin límites, sin esperar nada a cambio. Haz de nuestras familias escuelas de caridad, y de nuestros corazones, moradas de entrega. Amén.
Frase para meditar
“El amor verdadero es siempre fecundo y
creador de vida.”
– Amoris Laetitia, n. 80
Profundiza tu fe
Compromiso familiar del día
Hoy, como familia, realicen una obra concreta de caridad hacia alguien fuera del hogar: una visita a un vecino enfermo, un alimento compartido, un mensaje de ánimo, una ayuda económica o espiritual. El amor que se da más allá de los cercanos se vuelve fecundo y evangélico.
Intención del día
Oremos por las familias que acogen con
generosidad:
Por aquellas que abren sus puertas a los necesitados, que adoptan, que
acompañan, que donan tiempo, recursos y afecto. Que el Sagrado Corazón de Jesús
las colme de bendiciones y multiplique en ellas la gracia del amor.
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