En el mes de Santa Ana y San Joaquín, reflexionamos sobre la importancia de la humildad y la sabiduría en la relación entre padres e hijos.
Proverbios 13,1 nos enseña que un hijo sabio es receptivo a la corrección y la guía de su padre, mientras que el insolente rechaza la disciplina.
Aprendamos a valorar el amor y la corrección de nuestros padres, cultivando la humildad para crecer en sabiduría y virtud.
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