En el mes de Santa Ana y San Joaquín, reflexionamos sobre el mandamiento de Éxodo 20,12: "Honra a tu padre y a tu madre, para que se prolonguen tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te da".
Este mandamiento nos enseña la importancia de honrar y respetar a nuestros padres.
Al hacerlo, no solo cumplimos con la voluntad de Dios, sino que también recibimos bendiciones y una vida plena.
Que la intercesión de Santa Ana y San Joaquín nos inspire a vivir en gratitud y amor filial hacia nuestros padres, reconociendo su papel fundamental en nuestras vidas.
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