En el mes de Santa Ana y San Joaquín, nuestros patronos, reflexionamos sobre el mensaje de Efesios 6,1: "Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor, porque esto es justo".
Siguiendo su ejemplo de obediencia y respeto, recordamos que honrar a nuestros padres es una muestra de amor y gratitud hacia ellos y hacia Dios.
Que su ejemplo nos inspire a vivir en armonía y obediencia en nuestras relaciones familiares, reconociendo la importancia de honrar y valorar a nuestros padres.
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