Cristo, Nuestra Esperanza: Liberación y Vida Nueva en el Año Santo Jubilar

Dios nos ha dado a conocer el misterio de su voluntad: hacer que todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, tuvieran a Cristo por cabeza. Ef 1,9-10

Santa Macrina la Mayor: Testimonio de Fe y Esperanza en el Tiempo Ordinario
14 de enero de 2025

Hoy, la Iglesia celebra la memoria de Santa Macrina la Mayor, abuela de San Basilio Magno y San Gregorio de Nisa, mujer de fe profunda que, en medio de las dificultades, supo transmitir el Evangelio a su familia, dejando una herencia espiritual de incalculable valor. En este contexto, la Palabra de Dios nos invita a reflexionar sobre la grandeza de la misión que hemos recibido como hijos de Dios y peregrinos de esperanza en este Año Santo Jubilar.

Primera lectura: Hebreos 2, 5-12

La carta a los Hebreos nos recuerda que Dios no sometió el mundo venidero a los ángeles, sino a su Hijo, Jesucristo, quien se humilló haciéndose hombre para llevarnos a la gloria. Cristo, nuestro hermano mayor, no se avergüenza de llamarnos hermanos, compartiendo nuestra humanidad para redimirnos.

Este pasaje nos llena de esperanza: Jesús ha asumido nuestra fragilidad y, a través de su pasión, muerte y resurrección, nos ha abierto el camino hacia la salvación. Nos recuerda que nuestra vida tiene un propósito eterno, y que, aunque enfrentemos sufrimientos y pruebas, podemos confiar en que Cristo camina con nosotros.

Salmo 8: "Diste a tu Hijo el mando sobre las obras de tus manos"

El salmista nos invita a contemplar la grandeza de Dios reflejada en la creación y a reconocer la dignidad que nos ha otorgado como custodios de sus obras. Este canto de alabanza nos impulsa a valorar nuestra vocación como administradores de la creación, respetando y cuidando el mundo que nos ha sido confiado.

Evangelio: Marcos 1, 21-28

En el Evangelio de hoy, Jesús enseña con autoridad en la sinagoga de Cafarnaúm y expulsa a un espíritu impuro, mostrando que su palabra tiene poder para transformar vidas. La gente se asombra de su enseñanza, porque no habla como los escribas, sino con la autoridad que proviene de Dios.

Este relato nos invita a reconocer la autoridad de Cristo en nuestra vida. Su palabra no solo nos instruye, sino que también nos libera de todo aquello que nos oprime y nos aleja de Dios. Jesús sigue actuando hoy, sanando nuestras heridas y renovando nuestra esperanza.

Peregrinos de esperanza en el Año Santo Jubilar

En este Año Santo Jubilar, el Papa Francisco nos ha llamado a ser "Peregrinos de Esperanza". La Palabra de Dios de hoy nos ofrece tres claves para vivir esta invitación:

1. Reconocer nuestra dignidad como hijos de Dios: Hebreos nos recuerda que somos parte de la familia de Cristo. Esto nos llama a vivir con confianza, sabiendo que nuestra vida tiene un destino glorioso.
2. Custodiar la creación con responsabilidad: El Salmo 8 nos invita a ser buenos administradores de la creación, promoviendo el cuidado del medio ambiente y la justicia social como signos de esperanza para las futuras generaciones.
3. Confiar en el poder transformador de la Palabra de Cristo: El Evangelio nos muestra que Jesús tiene autoridad para liberarnos de nuestras ataduras. Al acercarnos a su Palabra y a los sacramentos, encontramos la fuerza para renovar nuestra vida y la de nuestra comunidad.

Vivir la Palabra de Dios hoy

1. Renueva tu confianza en Cristo: Dedica un momento de oración personal para entregarle a Jesús tus preocupaciones y pedirle que actúe con su autoridad en las áreas de tu vida que necesitan sanación.
2. Sé testigo de esperanza: Como Santa Macrina, comparte la fe con tu familia y comunidad. Puedes comenzar con un gesto sencillo, como leer juntos un pasaje de la Biblia o rezar por una intención común.
3. Cuida la creación: Realiza una acción concreta para proteger el medio ambiente, como reducir el uso de plásticos o plantar un árbol, recordando que cada gesto cuenta para construir un futuro más esperanzador.
4. Participa en las actividades jubilares: Aprovecha este Año Santo para peregrinar a lugares santos, participar en confesiones y obras de misericordia, y renovar tu compromiso con Cristo y la Iglesia.

Oración final

Señor Jesús, Tú que has venido a enseñarnos con autoridad y a liberarnos de todo mal, renueva en nosotros la esperanza en este Año Santo Jubilar. Ayúdanos a reconocer nuestra dignidad como hijos de Dios, a cuidar de la creación que nos has confiado y a ser testigos de tu amor en el mundo. Por intercesión de Santa Macrina, fortalece nuestra fe y haznos instrumentos de tu paz. Amén.

Santa Macrina la Mayor, ruega por nosotros.

Reciban la Palabra de Dios, no como palabra humana, sino como la Palabra divina, tal como es en realidad. 1Ts 2,13.