"Alabemos al Señor por su victoria. En Él está nuestra esperanza."

Lunes 21 de julio de 2025 – Semana XVI del Tiempo Ordinario
Año Santo Jubilar – Mes de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
Memoria de San Lorenzo de Brindis, presbítero y doctor de la Iglesia

"Alabemos al Señor por su victoria. En Él está nuestra esperanza."

En este lunes de la XVI Semana del Tiempo Ordinario, la liturgia de la Palabra nos invita a contemplar con ojos de fe la grandeza de Dios que actúa en medio de la historia humana, a menudo en medio del caos, del miedo y de la incredulidad. En este Año Santo Jubilar, marcado por la gracia del perdón y la renovación de la fe, y durante el mes de julio consagrado a la Preciosa Sangre de Cristo, se nos ofrece una oportunidad preciosa para fortalecer nuestra confianza en el poder salvífico del Señor.

Primera lectura: Éxodo 14,5-18

"Verán hoy lo que el Señor va a hacer para salvarlos."

El pueblo de Israel, recién liberado de Egipto, se encuentra atrapado entre el mar y el ejército del faraón. Grita de miedo y recrimina a Moisés. Pero el Señor responde con una promesa firme: “Yo me voy a cubrir de gloria a costa del faraón”.

Este pasaje es una lección eterna: la salvación viene de Dios, no de nuestras estrategias ni fuerzas humanas. Cuando todo parece perdido, es ahí cuando Dios actúa con poder. El Señor no abandona a su pueblo: Él pelea por nosotros.

Salmo: Éxodo 15 – “Alabemos al Señor por su victoria”

El canto de Moisés y del pueblo, tras la victoria sobre Egipto, es un himno de gratitud y alabanza. Nos recuerda que la historia de nuestra salvación está marcada por la fidelidad de Dios, que vence incluso al enemigo más poderoso. Esta alabanza brota de un corazón que ha experimentado el paso de Dios, su misericordia y su fuerza.

Evangelio según San Mateo 12,38-42

“Aquí hay uno que es más que Jonás y más que Salomón.”

Los fariseos piden una señal a Jesús. No buscan con fe, sino con desconfianza. Jesús responde con firmeza: la única señal será Él mismo, en su muerte y resurrección, como Jonás en el vientre del pez.

Hoy también hay muchos que esperan señales milagrosas para creer, cuando ya tienen frente a ellos el testimonio de la Cruz y de la Sangre derramada por amor. La señal definitiva del amor de Dios es Cristo crucificado y resucitado. No necesitamos pruebas espectaculares, sino una fe humilde y perseverante que vea a Dios en lo cotidiano, en el hermano, en la Eucaristía, en la historia personal y comunitaria.

Vivamos el Mes de la Preciosa Sangre

La Sangre de Cristo es el precio de nuestra redención. Nos recuerda el sacrificio total de Jesús por nosotros. Cada gota derramada es expresión de un amor sin medida. En este mes, estamos llamados a:

• Ofrecer cada dolor y dificultad como ofrenda unida a su Sangre redentora.
• Participar en la Eucaristía con conciencia profunda del don que recibimos.
• Rezar la Letanía de la Preciosa Sangre o el Vía Crucis con devoción.
• Practicar obras de misericordia que nos hagan signos vivos de ese amor que se entrega.

Año Santo Jubilar: tiempo de gracia y reconciliación

Este Año Jubilar es una invitación a pasar por el “mar” de nuestra propia historia de esclavitud hacia la libertad que sólo Dios puede dar. Es un llamado a:

• Volver al sacramento de la Reconciliación con confianza y alegría.
• Cruzar las puertas santas como gesto de fe y renovación.
• Recibir indulgencias plenarias como expresión del amor gratuito de Dios.

No pongas excusas. No esperes más. Hoy es el día de la salvación. Hoy es el día de confiar en la victoria de Dios.

San Lorenzo de Brindis: sabiduría al servicio de la fe

Celebramos hoy a San Lorenzo de Brindis, capuchino italiano del siglo XVI, gran predicador, teólogo y defensor de la fe. Dotado de una memoria prodigiosa y profundo amor a la Sagrada Escritura, supo dialogar con los sabios, consolar a los sencillos y llevar la Palabra a todos los rincones de Europa.

Su vida nos enseña que el conocimiento debe estar al servicio de la caridad, y que el Espíritu Santo es el verdadero maestro interior.

Pensamiento para el corazón

“La fe no elimina las pruebas, pero nos da la certeza de que Dios está en medio de ellas.”

Sentimiento para cultivar

Confianza activa en la providencia de Dios. No es resignación, sino certeza esperanzada. Aunque los enemigos se acerquen y el mar parezca cerrarse, Dios abrirá caminos nuevos.

Propósito para vivir

Hoy, alaba a Dios por cada victoria pasada. No olvides lo que ya ha hecho en tu vida. Y si estás atravesando una batalla, permanece firme: el Señor peleará por ti.

Querida comunidad, caminemos juntos con la certeza de que el Señor está obrando, aunque no lo veamos todo aún. Él es fiel. Su Sangre preciosa nos cubre, nos protege, nos sana y nos libera. Que este lunes no sea un día más, sino un paso hacia la tierra prometida de una vida más plena en Cristo.

Nos encontramos esta semana en cada Eucaristía, en cada obra de amor, en cada confesión recibida y en cada corazón reconciliado.

¡Alabemos al Señor por su victoria!
 ¡Vivamos este Jubileo como tiempo de salvación!
¡Acerquémonos con fe a la Sangre de Cristo!
 ¡San Lorenzo de Brindis, ruega por nosotros!