Jesús, Señor de la Misericordia: El Amor por Encima de la Ley

Dichosa tú, Virgen María, que llevaste en tu seno al creador del universo; diste a luz al que te creó, y permaneces Virgen para siempre. 

Memoria de Santa María en Sábado  

Primera Carta a los Corintios 4, 6-15

San Pablo exhorta a la comunidad de Corinto a no gloriarse de sus dones, ya que todo lo que han recibido viene de Dios. El apóstol resalta la humildad, comparando su vida y la de los apóstoles con la de aquellos que se jactan de sus logros. La enseñanza clave es reconocer que todo bien proviene de Dios y que, como cristianos, debemos vivir con humildad, imitando a Cristo, quien se hizo pequeño para nuestra salvación. 

San Pablo también introduce la imagen de los apóstoles como "padres" en la fe, uniendo esta enseñanza a la idea de que María es Madre de todos los fieles, no solo por haber dado a luz a Cristo, sino por su constante intercesión y ejemplo de humildad y obediencia a Dios.

Salmo 144  

El Salmo 144 nos invita a alabar la grandeza del Señor, cuya misericordia y bondad perduran por siempre. En el contexto mariano, podemos ver a María como modelo de esa alabanza perpetua, ella quien proclamó la grandeza del Señor en su Magníficat. María nos enseña a confiar en la bondad infinita de Dios y a seguir su ejemplo de alabanza continua en nuestras vidas cotidianas.

Evangelio según San Lucas 6, 1-5

En este pasaje del Evangelio, Jesús responde a las críticas de los fariseos cuando sus discípulos arrancan espigas en sábado. Jesús les recuerda que el sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado, reivindicando así la primacía del amor y la misericordia sobre el cumplimiento estricto de la ley. Jesús se revela como "Señor del sábado", afirmando su autoridad sobre la ley y demostrando que la verdadera fidelidad a Dios se encuentra en la compasión y la misericordia.

La figura de María cobra relevancia aquí, pues en ella vemos un perfecto ejemplo de fidelidad a la voluntad de Dios. María, siempre atenta a las necesidades de los demás, nos muestra cómo vivir una vida de misericordia, más allá del cumplimiento externo de las normas.

A la luz del Magisterio de la Iglesia

El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que la Virgen María es el modelo más perfecto de la fe (CIC 967-968). Al igual que en las lecturas de hoy, ella nos enseña la humildad de reconocer que todo bien proviene de Dios y la necesidad de anteponer el amor y la misericordia a cualquier formalismo. Además, la Iglesia nos invita a invocar a María como intercesora, para que podamos imitar sus virtudes y seguir fielmente a Cristo.

María es el camino perfecto hacia Jesús. Su humildad, fe y obediencia a Dios nos enseñan a depender completamente del Señor, reconociendo que todo bien proviene de Él.

Al meditar en las lecturas, podemos sentir gratitud por el ejemplo de humildad y amor que nos ofrece la Virgen María, quien siempre nos guía hacia su Hijo Jesús.

Hoy, haz un acto de humildad y servicio hacia los demás, imitando la entrega de María. Puedes ofrecer ayuda a alguien que lo necesite o realizar una obra de misericordia en silencio y con amor. Al hacerlo, procura hacerlo como lo haría María: con total confianza en la providencia de Dios.

Que María Santísima, en esta memoria que celebramos, nos inspire a vivir una fe más plena, centrada en la humildad, la alabanza a Dios, y el amor por nuestros hermanos.

Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es po r mí, dice el Señor.