03
SEP
2023

Homilía Domingo XXII. Tiempo Ordinario. Ciclo A.



Querida comunidad en Cristo, niños, jóvenes y familias,

Hoy, las Escrituras nos hablan de un amor profundo y un compromiso valiente con Dios.

Jeremías, el profeta, nos muestra que a veces ser fiel a Dios puede ser difícil, pero cuando lo amamos de verdad, su palabra se convierte en un fuego en nuestro corazón. Así, podemos superar cualquier desafío.

El Salmo 62 nos recuerda que necesitamos a Dios como el agua para nuestra sed. Al orar y buscar a Dios, encontramos paz y satisfacción en nuestras almas.

San Pablo nos insta en la carta a los Romanos a no conformarnos con el mundo, sino a ser transformados por la voluntad de Dios. Esto significa que, como catequizandos y jóvenes de confirmación, tienen un papel especial en vivir y mostrar la fe en Jesús en un mundo que necesita su luz y amor.

En el Evangelio, Jesús nos dice que debemos tomar nuestra cruz y seguirlo. A veces, seguir a Jesús puede parecer difícil, pero Él nos promete una vida abundante y significativa cuando lo hacemos.

Entonces, queridos niños, jóvenes y familias, recordemos que Dios nos ama profundamente y nos llama a amarlo y seguirlo con valentía. Cuando lo hacemos juntos como comunidad, encontramos fuerza y ​​alegría en nuestra fe. Amén.

Si Jesús no te ha sanado y tu dolor sigue
y tu debilidad se sigue manifestando,
yo quisiera que te dieras cuenta
que lo que tienes no es dolor ni soledad,
es cruz.
El dolor y la soledad matan,
pero la cruz se convierte en vida,
en anuncio de resurrección.
La cruz es algo incomprensible y duro,
talvez es tu complejo, tus miedos,
tu enfermedad, tu pobreza, tus heridas,
pero yo me atrevo a decirte que abraces
tu dolor como cruz y abrazaras
al mismo Jesús que está en ella.
Abraza la cruz y en ella abraza a Jesús,
para que terminen las tinieblas
y así amanezca la luz.
Abraza la cruz y en ella abraza a Jesús,
para que terminen las tinieblas
y así amanezca la luz.
Tu dolor destruye, tu soledad acaba contigo
mas si los abrazas como cruz,
te llevan a la resurrección.
Abraza la cruz y en ella abraza a Jesús,
para que terminen las tinieblas
y así amanezca la luz.
Abraza la cruz y en ella abraza a Jesús,
para que terminen las tinieblas
y así amanezca la luz.
Dios me libre de gloriarme,
si no es en la cruz de Jesús,
en la que estoy muerto para el mundo
y el mundo esta muerto para mi.
Abraza la cruz y en ella abraza a Jesús,
para que terminen las tinieblas
y así amanezca la luz.





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